Chapas de polipropileno
Las
chapas de polipropileno constituyen una opción sustentable para ahorrar energía. Además, a diferencia del vidrio, poseen una vida útil de entre 5 y 10 años, y cumplen similares funciones.
Las chapas de polipropileno posibilitan la difusión homogénea de la luz en interiores, y no se opacan ni amarillean con el paso del tiempo, permitiendo que los ambientes se mantengan luminosos a la vez que se ahorra energía eléctrica.
Las chapas de polipropileno poseen un color blanco que permite el paso de la luz en un 85%, y a diferencia de otras chapas plásticas no se quiebran y son flexibles.
Los beneficios de usar chapas de polipropileno en construcciones son numerosas. En primer lugar, el polímero plástico o polipropileno puede resistir impactos sin quebrarse ni dañarse, y es por ello que constituyen una adecuada opción ante lluvias fuertes y granizo.
Tal como se precisaba anteriormente, las chapas de polipropileno permiten el paso de la luz solar pero protegiendo de los rayos UV.
En comparación a otros tipos de chapas, las chapas de polipropileno conservan una temperatura agradable en los interiores, sumado a que son flexibles y fáciles de instalar, convirtiéndolo en un material práctico para la utilización en construcciones.
La aplicación de las chapas de polipropileno son numerosas, entre las que se incluyen naves industriales, galpones, estacionamientos y garages, canchas de fútbol, clubes, gimnasios, centros comerciales, invernaderos, viveros, galerías, pérgolas y viviendas.
Las chapas de polipropileno vienen en tres presentaciones: acanaladas de 1,1 mm y 1,8 mm y lisas de 1,5 mm de espesor.
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