Cortadora de galletera Bizcomatic Z300

Cortadora de galletera Bizcomatic Z300

La Galletera Bizcomatic Z300 de M&M Bonetto es una herramienta indispensable en el mundo de la panadería y la producción de galletas. Su diseño robusto y eficiente la convierte en una opción ideal para aquellos negocios que buscan aumentar su capacidad de producción sin comprometer la calidad del producto final.

Una de las principales ventajas de la Galletera Bizcomatic Z300 es su facilidad de uso. Con esta máquina, cortar galletas se convierte en una tarea rápida y sencilla, gracias a su capacidad para producir hasta 300 galletitas por minuto. Esto significa una gran reducción en el tiempo y esfuerzo requerido por el personal, permitiendo dedicar esos recursos a otras tareas igualmente importantes dentro del negocio.

La calidad del producto final es otro aspecto destacado de la Galletera Bizcomatic Z300. Gracias a su precisión y eficiencia en el corte, las galletas salen perfectamente estibadas en las bandejas, listas para ser cocinadas. Esto garantiza una presentación impecable y uniforme, lo que sin duda contribuye a la satisfacción del cliente final.

Además de su rendimiento excepcional, la Galletera Bizcomatic Z300 ofrece una serie de características técnicas que la hacen destacar en el mercado. Su cuerpo metálico y tolva de acero inoxidable aseguran durabilidad y resistencia, mientras que su motor trifásico de 0,5 HP o motor monofásico de ¾ HP garantizan un funcionamiento potente y eficiente en cualquier entorno de trabajo.

Con un peso de 220 kg y dimensiones de 1,90 m de largo, 1,20 m de alto y 0,75 m de ancho, la Galletera Bizcomatic Z300 es lo suficientemente compacta como para adaptarse a espacios de trabajo de diferentes tamaños, sin comprometer su capacidad de producción. Además, está diseñada para trabajar con una variedad de masas sin liga, incluyendo polvorones, maicena, chipa, masas secas y, por supuesto, galletas.

Otra característica destacada de la Galletera Bizcomatic Z300 es la inclusión de 6 matrices de corte, lo que permite una mayor versatilidad en la producción de diferentes tipos y formas de galletas. Esto brinda a los panaderos la libertad de experimentar con nuevas recetas y diseños, añadiendo valor a su oferta de productos y atrayendo a una base de clientes más amplia.