Cada vivienda que se piensa y se desarrolla tiene una condición urbana
Entrevista al arquitecto Santiago Baulies integrante del estudio ARZUBIALDE. El mismo consideró la condición y el carácter urbano de las viviendas y edificios en la ciudad de Rosario como también los desarrollos inmobiliarios en los últimos 10 años, dando una perspectiva a las problemáticas que hoy en día ocurren en los espacios en la ciudad.
-¿Hace cuanto crees que se empieza a vislumbrar a grandes rasgos el desarrollo de nuevas construcciones en la ciudad? ¿De qué tipo son?
-Creo que llevamos algo más de 10 años ininterrumpidos de crecimientos en base a la sustitución. Por lo general una casa antigua se demuele y sustituye por la mayor cantidad posible de unidades (en términos económicos) de vivienda en general chicas y que sean lo mas rentable posible entonces en ese contexto cada unidad que se piensa y se desarrolla entre dos medianeras por lo general y un frente de fachada tiene una condición urbana, afecta a su entorno, afecta su relación con la calle que arma la ciudad, su relación con el de al lado, su relación con lo que tiene medianamente cerca.
–Al recorrer la ciudad de Rosario, ¿te das cuenta a simple vista cuando un edificio no cumple su función urbana?
-Es muy evidente cuando un desarrollo se cierra a si mismo olvidándose de ese componente de carácter urbano, dando como resultado, muchas veces, un producto que por mas que sea rentable o que sea vendible, a la ciudad le resta. Si nosotros pudiéramos hacer la prueba de agarrar 10 o 12 de estos productos que entran en una cuadra y ponerlos uno al lado del otro veríamos una cuadra, con el perdón de la palabra, horrible.
-¿Ves edificios que cumplen su función? ¿Pueden ser un buen producto y rentables a la vez?
-Sí, si los pudiéramos comparar los que no cumplen su función con otros edificios que si lo hacen y que también son desarrollos rentables, que tienen en cuenta el mercado, pero se hacen cargo de su condición urbana, de ver lo que tienen al lado, de proponer algo para la ciudad, saber que por esa vereda están caminando personas, ver todos las componentes que arman la ciudad, la diferencia es enorme y nosotros desde el estudio tratamos de identificar siempre estas operaciones para cuando nos toca intervenir poder hacernos cargo.
-¿Porque surge esta problemática de no ver el entorno para enriquecer el espacio urbano? ¿Es meramente económico o hay otra cuestión de fondo?
-Los motivos por los cuales en la ciudad aparecen algunos productos que no se hacen cargo de su condición urbana son varios y lo principal no es lo económico, es una cuestión cultural. Los desarrollos y el crecimiento de la ciudad cae en manos de personas, aun siendo arquitectos, que no tienen vocación urbana y también hay muchos desarrollos que están en manos de gente que no es arquitecta. En este caso el tiempo empleado innecesario para dar solución a esta problemática es menos preciado y entonces se resuelven los proyectos sin darle un minuto a esto. Por otro lado puede ser que exista un factor económico, pero la paradoja es que pude constatar varios ejemplos de forma personal en el cual el tiempo empleado para hacer de un proyecto una mejor solución urbana resultó en un gran beneficio económico.
-¿Cómo ves en un futuro a la ciudad de Rosario en cuanto al desarrollo urbano?
-Mas allá de mi optimismo natural frente a todas las cosas en la vida, yo creo que existe una concientización al carácter urbano de las operaciones de desarrollo inmobiliarios y como pienso que es un cambio cultural importante va a ser lento y creo que la clave esta en la formación profesional y también en la clara división de responsabilidades en que este tipo de desarrollos no caigan en manos de personas que tal vez tengan mucha formación técnica pero con escasa formación de diseño urbano o de proyecto y vocación urbana.
Lucas Salinas.